“Cuando ella dice que es muy difícil hablar de alma a alma… acá es muy fácil. El ambiente, la atmósfera que se crea es otra. Yo no sé por qué, pero la atmósfera es otra. No es solamente cabeza que camina. Acá está la totalidad. Está la voluntad de uno, está el sentimiento, está el pensamiento…”
Vera Sienra en el 1er Encuentro de mujeres y disidencias de la música uruguaya
Por Mariana Papadópulos
El sábado 15 de junio de 2019 se llevó a cabo el Primer Encuentro de Mujeres y Disidencias de la música uruguaya. El día amaneció lluvioso, húmedo, preparando la tierra para sembrar todo lo que iba a nacer en el encuentro. La tormenta entonces, fue signo de buen augurio: más de ciento cincuenta mujeres y disidencias se reunieron ya desde la mañana del sábado, expectantes por la jornada. Estaba todo preparado en la Escuela Universitaria de Música que nos esperaba de puertas abiertas: la mesa de inscripciones -con cuadernitos y lapiceras para todas-, “La kioska” que ofrecía discos, dvds, camisetas con la consigna “Equidad de género en la música”, pines, stickers, libros de música y más. También había café y galletitas para acompañar, junto con las charlas, el encuentro. En la entrada del auditorio, había hojas con fragmentos de relatos de mujeres y disidencias que contaban brevemente sobre sus vivencias como músicas. Adentro sonaba música de diferentes autoras uruguayas que sobrevolaban entre las mesas violetas del escenario, mientras seguían entrando las participantes. Pasadas las diez de la mañana, se dio comienzo al encuentro, y se empezó de la mejor forma que se podía empezar: cantando. Cantando nuestros nombres, cada una con una melodía propia, conformando una gran marea, una resonancia sorora que bañó el auditorio y bautizó oficialmente el encuentro.
Contexto
El Encuentro surge a partir de la iniciativa de Más Músicas, colectivo que nace en el 2018 con el fin de promover la equidad de género en el ámbito musical uruguayo. Luego de presentarse a “Fortalecidas”, fondo concursable de la División Asesoría para la Igualdad de Género de la Intendencia de Montevideo destinado a financiar proyectos de mujeres, se concreta la posibilidad de realizar el encuentro, que tuvo como sede principal la Escuela Universitaria de Música, pero también contó con la Plataforma Caí y la Sala Zitarrosa, donde el 11 de agosto se realizará el festival de cierre.
El evento se concreta en un momento clave a nivel regional, en el que las demandas organizadas de mujeres y disidencias se hacen cada vez más fuertes por su carácter urgente. A nivel local, se realiza unos meses después de la denuncia mediática y civil por la escasa o nula presencia de mujeres en las grillas de festivales populares, como Minas y Abril o la Semana de la Cerveza en Paysandú. Simultáneamente, tiene lugar la discusión en torno a la redacción de un proyecto de ley que busca regular los recursos del Estado a partir de la generación de cuotas o cupos en festivales para la participación de mujeres. De esta forma, a partir de diversas acciones se posiciona en la agenda pública el rol de las mujeres y disidencias en la cultura y se exige avanzar hacia una democracia paritaria.
El día del encuentro
El encuentro se articuló en torno a cinco espacios: una mesa de apertura, cinco rondas de conversación simultáneas, una plenaria, una peña y un festival final previsto para el domingo 16 pero que por motivos ajenos a la organización se realizará el próximo 11 de agosto en la Sala Zitarrosa.
La Mesa inicial se llevó a cabo en el bloque de la mañana, con la participación de una amplia gama de panelistas. A su vez, se lanzó la plataforma web masmusicas.uy para sistematizar la actividad de todas las músicas mujeres y disidencias en el país. La misma surge de la necesidad de generar datos que den cuenta de las características de cada profesional y generar redes para un mayor conocimiento de las mujeres y disidencias en la escena musical nacional.
La primera exposición de la mesa de apertura estuvo a cargo de Viviana Ruiz, música cantautora y profesora de Historia. En su presentación, Viviana indagó sobre la necesidad de pensar un relato con diferentes epistemologías que den cuenta de las luchas y disputas que operaron para que varias mujeres y disidencias no formen parte del relato histórico oficial, siempre inacabado y en construcción. De esta forma, presentó una visión escéptica o crítica frente a la lógica de los “listados” como única alternativa de construir nuevos relatos. Su presentación fue una invitación para pensar en clave de pregunta, y es por eso que para finalizar, planteó una serie de interrogantes para repensarnos, entre ellas: “cómo construir, continuar relatos desde la sororidad hacia el pasado y hacia nuestro presente?”, “¿cómo deconstruir en nuestro hacer musical los patrones, las lógicas y mecanismos que no son nuestros? ¿cómo reconocer en nuestra trayectoria personal las dinámicas patriarcales para poder construir lo otro?”
En segundo lugar, tomó la palabra Mocchi, músicx y compositorx uruguayx. Su presentación fue planteada desde el principio como una manifestación personal, vívida, aclarando que se encuentra en un proceso de reconstrucción de su identidad, de quiebre con “el modelo hegemónico que nos está haciendo daño”. De esta forma, en su presentación generó una fuerte crítica a la lógica binaria de género que implica la “mutiliación de lo intersex” y la patologización de lo trans. A su vez, reflexionó en torno a la importancia de la presencia de disidencias en los espacios de emancipación y mostró preocupación porque el proyecto de ley de cupos solo incluye a mujeres cis, destacando que “hay sujetos que no entramos en el derecho”. Por último invitó a la audiencia a ser libres, a “mejorar en lo que se pueda para que otra gente sea libre” y a “sacar la reserva revolucionaria que tenemos”.
Giselle Graside, música, gestora cultural coordinadora de Centros MEC en el departamento de Soriano, fue la tercera en tomar la palabra. La artista destacó la escasa información que se encuentra sistematizada sobre la participación de mujeres en la música en localidades que no son Montevideo. Relató sobre la dificultad de trabajar sobre género en algunos lugares en donde aún resulta muy difícil introducir nuevas sonoridades diferentes en “festivales que han sido toda la vida de folclore y de cumbia”. La música culminó su presentación con una frase de esperanza y alegría, afirmando que en cuanto al movimiento de mujeres y disidencias siente “no va a haber marcha atrás, por primera vez” y planteó ciertas preguntas, entre ellas ¿Cómo abordar nuestros diálogos con nuestros amigos y compañeros músicos hombres?”, ¿Cómo aprender a no aplicar los mismos criterios de discriminación, valoración a nosotres mismes?
En cuarto lugar, tomó la palabra Celsa Mel Gowland, representante del Movimiento de Mujeres Músicas en Argentina y Ley de cupo femenino y acceso de artistas a los escenarios. En su presentación realizó un recorrido por los diferentes momentos previos a la aprobación de la Ley en Argentina, afirmando que “no hay soluciones individuales para problemas colectivos”. Destacó, a su vez, la importancia del trabajo como un derecho fundamental y la importancia de las leyes para tutorear derechos de las minorías. A su vez, profundizó en la particularidad del país vecino, que cuenta con un Instituto Nacional de Música, un ente público no estatal que fue creado por ley en el año 2012.
Susana Bosch, música y compositora fue la siguiente en tomar la palabra. Susana comenzó su presentación resaltando la amorosidad que había en el Encuentro, que se hacía visible en todo lo que estaba preparado. Resaltó su vocación por la música para niños y niñas, afirmando que la educación más importante comienza por ellos. A su vez, resaltó la importancia de las infancias para generar cambios positivos en la sociedad. Por otro lado, resaltó la urgencia generar debates sólidos para la presentación del proyecto de ley de cupos para mujeres en festivales gestionados con gastos públicos en la actual coyuntura política. Por último, reflexiono sobre la importancia del recambio generacional en la participación de asociaciones de músicos como Agadu para democratizar los espacios.
Finalmente, tomó la palabra Vera Sienra, música, compositora y poeta, que con inmensa calidez afirmó que el Encuentro era una de los espacios más importantes en donde había participado. Afirmó que “todo lo que dijeron, de algún modo, son fragmento de mi ser”, A su vez, destacó que no cree que las diferencias entre seres humanos sean de sexo, ya que “el espíritu humano no tiene sexo”, y por eso “el mundo se debería medir desde otro lado”. Resaltó que cuando recién comenzó su trayectoria como artista “estábamos muy solas, éramos muy pocas”, y tuvo que romper con varios modelos, como el físico (por una polio que contrajo a los 8 años), el social y el familiar. Recordó sus inicios, inocente porque aparece en su vida el don de ser artista, y recuerda verse sorprendida “porque en un momento determinado hiciste la primer canción”, la conmoción de tener algo que ha bajado. Por último, destacó la importancia de tres conceptos “estar en desacuerdo con muchas cosas, es decir: ser una disidente”, ser una rebelde y “también comprender lo que es la aceptación (…) del ser humano que uno es”.
La mesa culminó con una ronda de preguntas en donde las artistas intercambiaron con la audiencia sobre diferentes temas. Una vez finalizada, se realizó un corte para el almuerzo. La organización había previsto diferentes menúes a precios accesibles en la cantina de la EUM y en Plataforma Caí, con gran variedad de comida que incluyó opción vegetariana. También ofreció para quienes tuvieran niñxs a su cuidado, un espacio de recreación para niñxs de 5 a 12 años a cargo del grupo Homoludens, pero debido al mal tiempo concurrieron sólo dos niños, por lo que al mediodía se resolvió cerrar el espacio.
Cerca de las 14hs, la jornada prosiguió con el desarrollo de cinco mesas de discusión simultáneas en donde el objetivo fue dialogar en torno a las diferentes problemáticas que encuentran las mujeres y disidencias a la hora de desarrollarse como músicas. Las mesas propuestas fueron: Educación y profesionalización, Roles visibles e invisibles que asumimos en los grupos musicales, Marco legal (Ley del artista, maternidad, licencias, seguridad social, Proyecto de ley para la contratación de artistas nacionales, mujeres, emergentes y locales en espectáculos musicales), Género, música y políticas culturales y Situación en los diferentes géneros musicales.
El funcionamiento de las mesas consistió en la participación de tres a seis expositoras principales que presentaron diferentes problemáticas referentes a la temática de cada mesa. Posteriormente, las participantes se subdividieron en varios subgrupos para dialogar e identificar los principales problemas y postular posibles soluciones.
Los resultados de cada mesa de diálogo fueron llevados posteriormente a una plenaria, que tuvo lugar en el auditorio de la EUM. Una vez expuestas las problemáticas, se pudieron identificar tres ejes: el rol del trabajo como músicas o cómo conciliar la profesión con la maternidad, el rol de las políticas públicas para la participación y visibilización de las mujeres y disidencias músicas, y por último, la autopercepción y la construcción de identidad propia dentro de un entramado social machista y patriarcal.
Una vez culminada la plenaria, se comenzaron a escuchar tambores fuera del auditorio. Todo se escuchaba como una gran marea: por ambos lados entraba La Melaza, con sus pañuelos violetas, levantando al auditorio de sus sillas para ponerse a bailar. Bailamos y vibramos, sentíamos que algo importante se estaba moviendo. Capaz era una suerte de paralelismo psicocósmico, quién sabe. Lo cierto es que a los minutos la marea se movió a las calles, para bailar lo vivido, lo charlado, hacer público nuestro baile. Para reafirmar que la música es política y que las mujeres y disidencias, vamos a bailar y cantar ahora y siempre, juntxs en las calles.