Colectivos de músicas en Uruguay promueven un proyecto de ley de cupos que busca también eliminar brechas económicas y contribuir a “democratizar las melodías” y así alcanzar la equidad de género tanto sobre los escenarios como en el backstage.
El momento de revisar la lista que anuncia quiénes se presentarán en el festival de música al que van con ganas de bailar y cantar, o simplemente ver a su banda favorita, se ha vuelto cada vez más frustrante para quienes cada vez descubren que solo estarán los mismos de siempre o, concretamente, “los mismos varones de siempre”.
La semilla del cambio
Fueron esa y otras situaciones ligadas a una histórica discriminación de las mujeres en el rubro las que en 2017, como cuenta a EFE la integrante del colectivo Más Músicas Leticia Ramos, motivaron que algunas músicas uruguayas empezaran a investigar a fondo el tema y plantaran una primera “semilla” del cambio.
“En ese compartir empezaron a surgir preguntas sobre por qué hay pocas mujeres, por qué siempre ocupamos los mismos roles, por qué adentro de los grupos siempre organizamos o producimos, roles que están vinculados al maternar, al cuidar“, dice.
Ese primer paso fue el que, según detalla la también vocera de la organización, Camila Tornatore, dejó ver que había poca información sobre cuál era la situación de las mujeres y “casi nula” para el caso de las disidencias o grupos divergentes (personas no binarias o del espectro LGBTIQ+) y dio pie al primer encuentro colectivo en 2019.
Allí se debatió sobre diversas barreras que, enfatiza Tornatore, siguen vigentes, como la menor remuneración en comparación con los varones o la poca presencia en escenarios.
“No es equitativo, no lo era en ese momento, no lo es ahora. Estamos en proceso por lo menos de visibilizarlo, mostrarlo y decir acá están los datos, los números. ¿Cómo hacemos para cambiarlo?”, plantea la activista, baterista y gestora cultural.
En busca de la equidad sonora en Uruguay
Una pandemia que, acota Ramos, llevó a que el foco del intercambio cambiara y se hicieran solo talleres y charlas virtuales, no detuvo el impulso de las agrupaciones Más Músicas y Mujeres y Disidencias de la Música Uruguaya (Mydmus), que apoyadas por un fondo publicaron su investigación titulada “Equidad sonora”.
Entre sus conclusiones principales, el documento, donde se recoge un dato previo de que solo el 26,5 % de quienes tienen en la música su ocupación principal son mujeres, arroja que la mayoría de las mujeres y disidencias o divergencias del rubro tienen menos de 40 años, son capitalinas, blancas y de nivel económico medio-alto.
Para Ramos, cantante del dúo Las Hijas de Mandela, tener en cuenta ese “corte” de inequidades más pronunciadas para las mujeres afro, mayores y del interior del país es clave, porque la inclusión apunta justamente a “democratizar” la música.
“El objetivo final es democratizar, que cada vez más las músicas que escuchamos en la radio, en la televisión o en cualquier espacio compartido, tengan la mayor diversidad de sensibilidades, de relatos, de discursos, de emociones“, enfatiza.
La ley de cupo
A la par de una serie de ciclos que, como hace Más Músicas con un directorio de artistas en su web, buscan visibilizar el trabajo de mujeres y disidencias, Mydmus impulsa un proyecto de ley de cupo que, como detalla su vocera Pamela Román, ingresó al Parlamento uruguayo a fines de 2021.
La propuesta, que tiene un ejemplo cercano en la ley de cupo aprobada en Argentina en 2019, busca que en los espectáculos con un mínimo de dos artistas o bandas haya un 50 % de participación de mujeres y disidencias.
“Va a promover una calidad de empleo diferente (…) porque es integral, representa el ingreso a la grilla (programación) pero también el ingreso en dinero y en la distribución de horarios”, indica Román, referente del sector de mujeres DJ.
En acople se expresan Ramos, quien cree que supondrá “un hito” para la cultura, y la rapera Viki Style, de la banda Se Armó Kokoa, quien la ve como una forma de concretar algo que suele quedar en el discurso.
“Sería como un marco, un avance, una huella, un paso más hacia esa meta a la que aspiramos”, remarca.
Patear puertas, repensar y abrir caminos
A lo que Viki Style dice que en una cultura “fuertemente masculinizada” como la del hip-hop, a su banda, integrada solo por mujeres y disidencias, no le tocó golpear sino “patear puertas” de lleno, las referentes de Más Músicas reflexionan sobre la importancia de entender su lucha como parte de un “cambio cultural”.
“Hay que empezar a repensar. Mujeres, hombres, disidencias de todas las generaciones ¿cuál es la música que yo escucho? ¿por qué escucho la que escucho?”, subraya Ramos, a lo que Tornatore remarca que no se trata de “quitar espacios” a varones sino a “ampliar” y “compartir”.
“Se necesita que haya más mujeres haciendo, demostrando, para que otras desde distintos lugares se empiecen a copar (interesar) y se animen tal vez a hacer algo que lo han soñado y nunca lo pudieron plasmar porque dijeron ‘no, eso es para hombres’”, redondea Román.